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Un reciente informe demuestra que la tendencia BYOD, hasta ahora asociada a grandes compañías integradas por más de cinco mil empleados, está despertando cada día un mayor interés también en empresas de menos de 25 empleados.
BYOD: la preocupación por la seguridad no es cuestión de tamaño
BYOD es una de las tendencias más actuales y exitosas del panorama empresarial. Sus siglas responden a la traducción del inglés Bring Your Own Device, es decir, trae tu propio dispositivo, y básicamente consiste en que los empleados puedan utilizar un único smartphone, tablet u ordenador tanto con fines profesionales como laborales. Esto aporta notables ventajas, tanto para las empresas en materia de economía de costes y productividad, como para los trabajadores, que se sienten más libres, satisfechos y comprometidos, motivos que explican su consolidado avance durante los últimos años.
El último estudio realizado por la compañía Kaspersky Lab, Security Technologies for mobile and BYOD, demuestra que el grado de penetración de BYOD en las empresas participantes de esta encuesta ya alcanza el 66%, algo que no extraña cuando hablamos de grandes compañías con más de 5.000 empleados. Sin embargo, ahora la novedad radica en que en este estudio también han participado empresas que cuentan con menos de 25 empleados.
La segunda gran conclusión a la que llega este informe es que, a pesar del crecimiento manifiesto del BYOD, la seguridad de los datos y de la información en general, continúa siendo la gran preocupación de las empresas a la hora de poner en marcha una estrategia de movilidad. Las respuestas aportadas por empleados respecto a esta materia explican por qué la seguridad continúa siendo el caballo de batalla.
Aunque el 60% de los usuarios manifiestan su preocupación ante posibles amenazas cibernéticas y, especialmente, ante el posible espionaje y/o robo de información desde sus terminales, el 92% de los encuestados confirma que manejan desde sus propios dispositivos tanto datos sensibles de sus trabajos como cuestiones de índole personal y que, a pesar de ello, no emprenden de manera activa medidas de protección pues confían en que es la propia empresa la que se encarga de esto por ellos.
Así, la baja preocupación de muchos trabajadores por estas cuestiones de seguridad, puede resultar un problema cuando nos referimos a pequeñas y medianas empresas, ya que el 58% de ellas considera que el uso de determinadas soluciones gratuitas es suficiente para mantener la seguridad de sus datos. Y ello a pesar de que el número de malware en dispositivos móviles no deja de crecer: sólo en 2012 se halló un número de amenazas 25 veces superior a la totalidad de los seis años precedentes.
En el lado opuesto, las grandes compañías sí se toman en serio la seguridad, conscientes de los graves daños que puede suponer el robo o pérdida de información sensible a través de un dispositivo móvil. Todas las compañías, al margen de su tamaño, que decidan adoptar una estrategia móvil, deben dar prioridad a las cuestiones de seguridad, más aún cuando en muchos casos, diferentes compañías comparten datos susceptibles de ser robados por terceros.
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